lunes, 3 de agosto de 2015

LA GESTIÓN DE INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO EN LAS CIUDADES INTELIGENTES


Una ciudad inteligente (smart city) es aquella que a partir del uso intensivo de las tecnologías de información y comunicación adopta soluciones innovadoras para el mejoramiento de los sistemas que componen la ciudad, de manera que las personas, las comunicaciones y la infraestructura de la ciudad estén en armonía. Estas soluciones propician su capacidad de producir, seleccionar, procesar y convertir la información para desarrollar procesos y servicios eficaces y sustentables [1]

Este movimiento ofrece enormes posibilidades para gestionar información que anda pidiendo a gritos que la identifiquen y la usen. Pero sus propios conceptos excluyen a muchas regiones y personas de este tema, pues es posible que ni siquiera tengan acceso a un teléfono, ya no digamos un teléfono inteligente. La esperanza es que todo es salvable y hay que trabajar por la alfabetización informacional de todo el planeta. Entonces aquí tenemos dos situaciones a resolver: la exclusión tecnológica y la necesidad de alfabetización informacional. 

Por ora parte, el hecho que se utilice la tecnología como un gran modelo de "innovación social", pues se pretende que establezca vínculos entre las personas y la infraestructura de la ciudad, da pie a las interrogantes de cómo gestionar la información que se genera por y con la participación de los ciudadanos. Esto, lejos de ser un inconveniente proporciona, por ejemplo, oportunidades a especialistas en bibliotecología y ciencia de la información para desarrollar e implantar prácticas de flujo informacional bien conocidas por ellos. Entonces aquí tenemos dos oportunidades: el desarrollo de nuevas vertientes de empleos y la potenciaciòn de los saberes de determinado grupo de profesionales. 

Esencial característica de las ciudades inteligentes es la de resolver problemas, la detección de dificultades es un proceso fundamental para la implantación de las soluciones. Las soluciones mas aplicadas hasta el momento, están enfocadas a resolver problemas medioambientales mediante la potenciaciòn del uso de la luz y ventilación natural, la aplicación de fuentes de energía renovables o el desarrollo de edificios eficientes energéticamente que deben arrojar datos suficientes que combinados permiten analizar tendencias, índices, promedios de uso y consumo. También se encuentra el hecho que se promueve la participación ciudadana en los procesos de la ciudad por lo que poder calcular índices como el de participación y compromiso es otra suerte de oportunidad, Entonces aquí tenemos una oportunidad mas el desarrollo o aplicación de métodos de análisis de información 

Esta recogida y análisis de información está activamente involucrada la ciudadanía, en un proceso bilaterial, bidireccional pues la población al estar interconectada mediante los servicios electrónicos, podrá tener conciencia de los movimientos de la ciudad y su comportamiento se presenta así otra oportunidad relacionada con mayor acceso y mejor dominio de la información. Estos procesos de participación ciudadana en los que la tecnología es un elemento esencial dan grandes oportunidades a personas discapacitadas propiciándoles el acceso a universidades, museos, bibliotecas, de forma virtual. 

Reflexión final 
Un aspecto esencial para el desarrollo del capital humano es saber de dónde viene, cuales son rus raíces, el porqué de las cosas a partir del conocimiento de su propia génesis, la UNESCO ha definido que el patrimonio cultural “no es algo museístico, estático o referencial del pasado, sino algo vivo, portador de una identidad que debe reflejarse en las decisiones privadas y en las políticas públicas”[2]

Es en este sentido cuando aplica la necesidad urgente de la gestión de los conocimientos culturales. La tecnología ha potenciado el uso de los conocimientos de la sociedad para propiciar nuevas formas de vida. Sin embargo, también ha favorecido que se pierdan o queden en el desuso tradiciones propias de las culturas regionales, como son saberes indígenas, saberes de zonas rurales, oficios, instrumentos de trabajo, soluciones alternativas, tradiciones, folclor, tradiciones festivas, que han caracterizado y formado el espíritu de una zona geográfica y que están en posesión de las personas de las tercera edad o en posesión de generaciones que han mantenido las tradiciones de sus ancestros. Entonces, ¿por qué no cambiar el curso de las cosas y utilizar la tecnología en el rescate del acervo cultural? 

La aplicación de los conceptos inherentes a las ciudades inteligentes brinda la posibilidad de utilizar o crear procesos y herramientas que identifiquen y registren aspectos tradicionales y del patrimonio cultural de una región como forma de reivindicar el conocimiento del adulto mayor, como vía para el rescate de tradiciones y costumbres en desuso y como soporte de los valores de la sociedad, de manera que se le haga frente a las amenazas globalizadoras que intentan desalentar a las colectividades en el uso de su memoria y tradición. 



[1] Cátedra UNESCO de Turismo Cultural. http://www.aamnba.org.ar/esp/news/08-12/unesco_riachuelo.html 










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